dilluns, 24 de gener del 2011
diumenge, 16 de gener del 2011
Ètica i literatura
Fa cosa d’uns quants mesos, algú va descobrir part del contingut d’un llibre en què Sánchez Dragó i Albert Boadella relaten la seva aventura al Japó amb dues “zorritas” de 13 anys.
L’apologia de la pederàstia, pot justificar-se perquè és literatura? Aquesta qüestió ha donat lloc a diverses opinions.
Per donar suport a aquest fet, Esperanza Aguirre no va dubtar en comparar Sánchez Dragó (el qual té un programa a la televisió madrilenya) amb García Márquez i Nabokov.
D’altra banda, la periodista Pilar Rahola i Lucía Etxebarría es mostraven rotundes en considerar que un text com aquest, no és literatura.
D’altra banda, la periodista Pilar Rahola i Lucía Etxebarría es mostraven rotundes en considerar que un text com aquest, no és literatura.
Les paraules de l’escriptora però, no es van quedar aquí; la pròpia Lucía va fer córrer un text on critica el masclisme que reflecteixen moltes novel·les del mateix García Márquez.
En aquest escrit, l’autora descriu l’argument d’una novel·la d’Arthur C Clarke, publicada el 1998, que tracta sobre un periodista d’uns vuitanta anys que viu una historia de sexualitat, prostitució i violació amb un noi de catorze. L’autor d’aquest relat, va ser acusat de pedòfil.
Ara bé, “resulta que cuando sale al mercado un libro con el mismo argumento, el mismo, pero con la sutil diferencia de que el putero es un señor heterosexual y la niña vendida y la criada violada (analmente por cierto) dos mujeres, nos encontramos entonces con “una admirable
historia de amor… una estupenda metáfora de la sociedad donde todos caben con suficiencias o exageraciones [...]. Fent referència a l’última novel·la de García Márquez.
“Y entre tanto mientras todo el mundo se rasga las vestiduras al hablar de páginas de pedofilia en Internet, el Nobel, sus editores y su agente se llenan los bolsillos de plata, y en este país se oculta el triste hecho de que el 75% de los hombres que pegan a sus mujeres abusan también de sus hijas, […] muchas menores de edad se ven obligadas a vender su cuerpo para lucrar a las mafias que las explotan, porque vivimos en un mundo plagado de millones de putas tristes que no lo son porque les da la gana, sino, precisamente, porque una cultura machista, perpetuada por la literatura, por los textos escolares, por el cine, por la publicidad, por la tradición, ha enseñado y sigue enseñando a los varones que la explotación y el maltrato a la mujer no solo es un hecho permisible, sino romántico. Como también enseña que la mujer deseable es aquella mujer bella que no habla, que solo nos escucha, y jamás nos contradice y, por lo tanto, si se pasa la vida dormida, tanto mejor, porque ya se sabe que, desde siempre, a los hombres nos gusta cuando callamos, porque estamos como ausentes y porque calladitas estamos más monas [...].”
En aquest escrit, l’autora descriu l’argument d’una novel·la d’Arthur C Clarke, publicada el 1998, que tracta sobre un periodista d’uns vuitanta anys que viu una historia de sexualitat, prostitució i violació amb un noi de catorze. L’autor d’aquest relat, va ser acusat de pedòfil.
Ara bé, “resulta que cuando sale al mercado un libro con el mismo argumento, el mismo, pero con la sutil diferencia de que el putero es un señor heterosexual y la niña vendida y la criada violada (analmente por cierto) dos mujeres, nos encontramos entonces con “una admirable
historia de amor… una estupenda metáfora de la sociedad donde todos caben con suficiencias o exageraciones [...]. Fent referència a l’última novel·la de García Márquez.
“Y entre tanto mientras todo el mundo se rasga las vestiduras al hablar de páginas de pedofilia en Internet, el Nobel, sus editores y su agente se llenan los bolsillos de plata, y en este país se oculta el triste hecho de que el 75% de los hombres que pegan a sus mujeres abusan también de sus hijas, […] muchas menores de edad se ven obligadas a vender su cuerpo para lucrar a las mafias que las explotan, porque vivimos en un mundo plagado de millones de putas tristes que no lo son porque les da la gana, sino, precisamente, porque una cultura machista, perpetuada por la literatura, por los textos escolares, por el cine, por la publicidad, por la tradición, ha enseñado y sigue enseñando a los varones que la explotación y el maltrato a la mujer no solo es un hecho permisible, sino romántico. Como también enseña que la mujer deseable es aquella mujer bella que no habla, que solo nos escucha, y jamás nos contradice y, por lo tanto, si se pasa la vida dormida, tanto mejor, porque ya se sabe que, desde siempre, a los hombres nos gusta cuando callamos, porque estamos como ausentes y porque calladitas estamos más monas [...].”
La reflexió que queda per fer és que del que llegim, aprenem. És per això que per a canviar la societat hem de començar transformant els models de representació, com són la literatura, la publicitat o el cinema.
Coneixíeu l’existència d’aquestes novel·les?
Creieu que aquest tipus d’obres haurien d’estar censurades? O pel contrari, penseu que cadascú és lliure d’escriure el que li dóna la gana, i més si ho fa des de la ficció?
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